COMENZAMOS EL AÑO 2020 BREVE REFLEXIÓN (Parte 2)

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En los últimos años pareciera que un mecanismo escondido en el universo, oculto entre galaxias y neblinas cósmicas, haya acelerado el tiempo, acá en nuestra pequeña tierra.
Por cada unidad temporal van ocurriendo más eventos. Se hace casi imposible omitir un día las noticias del mundo, al arriesgar pasar por alto uno y otro hecho que pudieran revolucionar la historia contemporánea humana:

Parte 2

El imperialismo está moribundo, pero así más peligroso

El riesgo de una tercera guerra mundial

-¿Cuándo fue que el imperialismo iniciara su actual ofensiva en contra de los pueblos soberanos?
El imperialismo, con el fin del Pacto de Varsovia al liquidarse la Union Soviética el primero de julio de 1991, sabiéndose vencedor de la primera confrontación ente él y el socialismo y seguro de que el fin del pacto significaba a la vez el fin de un contrapeso político poderoso a sus afanes de apoderarse de las fuentes de materias primas, a los de dominar las vías de transporte y a los de hallar mano de obra barata en el extranjero para la explotación laboral, se abre eufórico y sediento camino hacia aquel mundo que durante décadas estuvo libre de su hegemonía (Europa oriental), para colocar allí sus capitales imperialistas con el fin de que puedan valorizar su valor a tasas espectaculares.
Su modo para abrirse camino se ha caracterizado por dos formas: la presión económica y la persuasión política tanto diplomática como militar (esta última forma a cargo, esencialmente, aunque no exclusivamente, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte – OTAN).
La primera acción militar del imperialismo por medio de la OTAN, luego de 1991, fue Yugoslavia. Posteriormente de que las naciones líderes de la OTAN crearan discordia entre los pueblos de Yugoslavia, y la OTAN terminara interviniendo militarmente, una vez incluso con la legitimación y la cooperación de la Organización de las Naciones
Unidas (en 1992 en la figura de la misión “United Nations Protection Force” (UNPROFOR)), Yugoslavia -tras un brutal bombardeo que duró 78 días (desde el 24 de marzo hasta el 11 de junio de 1999)- dejó de existir como Estado (el mismo año 1999).

En ese momento quedó ante el mundo en evidencia que, la por Estados Unidos liderada OTAN, principal órgano de guerra del imperialismo (aunque, como veremos más adelante,no el único), iniciaría su ofensiva belicista en pos de la conquista de las riquezas naturales en el mundo. La bendición de un país de ser rica en fuentes de materias primas es, a la misma vez, su condena. Cuanto más rica una nación en ellas, tanto más codicia provoca en la oligarquía imperialista.

La OTAN, luego de que hiciera trizas a Yugoslavia en 6 (7) países y sometiera por la vía del chantaje facineroso a la mayoría de los restantes países de la Europa oriental (con excepción de Bielorrusia, Rusia y Serbia -este último sobrevivió como el único fragmento de soberanía de lo que fue la antigua Yugoslavia-), ha colocado su codiciosa mirada en Oriente medio. Se unen allí los tres intereses esenciales que una nación imperialista tiene en el extranjero: cuantiosas cantidades de fuentes de materias primas, las principales vías de transporte internacional (enlaza el oriente con el occidente) y abundantes cantidades de mano de obra barata.

Por ello intervino la OTAN -tal juego de dominó- en Afganistán (2010 hasta el día de hoy), en Irak (1991, 2003), en Libia (2010 hasta el día de hoy), en Siria (2011 hasta el día de hoy); y de forma menos directa en Mali (2013 hasta el presente), en Yemen (2015 hasta el día de hoy), en el Sudan (2013) y en Ucrania (2014 hasta el día de hoy). Entre la provocación de guerras, intervenciones y golpes de Estado, se mueve la autodenominada “alianza de defensa” (la OTAN).

-¿Es invencible el imperialismo?
Prácticamente ningún país de los enumerados en el apartado anterior ha logrado enfrentar seriamente a la OTAN, desde el punto de vista militar, a excepción de Siria, que le corresponde en la historia reciente el monumental mérito histórico de desacelerar su avance.
Siria aún debe restablecer plenamente su integridad territorial.

Su gobierno lo ha anunciado: el Estado de Siria no se dejará intimidar por las bases militares estadounidenses, instaladas de forma ilegítima en su territorio. Las unidades militares norteamericanas, ocupantes de Siria, hoy saqueando el petróleo sirio (en una suma de aproximadamente 30 millones de US$ mensuales), serán enfrentadas por el Ejército Árabe Sirio en un futuro no lejano. Estados Unidos, tal como Francia, deberán, forzadas por el Ejército Árabe Sirio, tarde o temprano, retirar todas sus tropas del país.
Confiamos también que Siria logrará recuperar su soberanía sobre las Alturas del Golan (hoy ocupadas por el Estado sionista de Israel, con el beneplácito de los Estados Unidos).
No obstante ello, la derrota de la OTAN en Siria es hoy un hecho consumado.
La lucha de Siria ha sido épica y su victoria anuncia una nueva era: con decisión, con apoyo de otros pueblos, es posible doblegar la mano al imperialismo. Siria ha dado una lección histórica: qué el imperialismo, pese a su descomunal potencial militar, puede vencerse. Desde 2011, gracias a Siria, el imperialismo, con Estados Unidos como epicentro, ya no está en la capacidad de imponer su voluntad en el escenario internacional sin fricción, o dicho de otro modo, de actuar en el mundo a su antojo.
Siria no es el único revés sufrido por las naciones líderes de la OTAN, aunque el único real revés de carácter militar.

También Venezuela ha demostrado más capacidad de la estimada para enfrentar al imperialismo. La apertura del año 2019 parecía marcarse por el derrocamiento del gobierno legítimo de Venezuela encabezado por el presidente Nicolás Maduro, por medio de un golpe de Estado meticulosamente planificado por el Pentágono. Nosotros, los comunistas, sin embargo, contrariando a la prensa burguesa, liberal o conservadora, e
incluso a voces que emanaban desde supuestas personas de “izquierda”, dijimos que el proceso bolivariano sobrevivirá la agresión directa y saldría fortalecido.
Hoy se observa como el proceso bolivariano de Venezuela avanza en la solidificación interna (la Milicia Nacional Bolivariana suma hoy más de 3 millones y medio de integrantes, las FF.AA. han mostrado su plena lealtad al proceso, la vivienda 3 millones fue entregada en diciembre, el poderío militar de Venezuela ha aumentado portentosamente, se han establecido sólidos lazos económicos y militares con naciones aliadas…) y este año verá seguramente las primeras señales de recuperación económica, pese al brutal bloque económico y de una posible recesión global, largamente anunciada y que lentamente se asoma para sacudir a la economía internacional (incluidas aquellas centrales: Estados Unidos, Reino Unido, Japón y la Unión Europea).
El año 2019 tuvo el más bajo crecimiento en una década. El año venidero, estiman las Naciones Unidas, verá un crecimiento promedio mundial de apenas 2,5%. Pero lo más importante: de acuerdo a la misma ONU, uno de cada 5 países sufrirá una reducción del ingreso per cápita, lo que no significa más que un aumento de la presión sobre los salarios en todo el mundo, para que el dueño del capital pueda mantener -más o menos- estable la tasa de ganancia.
A pesar de nuestra confianza en el proceso bolivariano y de nuestra convicción de su justeza, deseamos que la dirección política del proceso bolivariano haya aprendido la lección: «No puede hacerse una revolución con guantes de seda» (José Stalin). La lacaya y apátrida burguesía nacional y el imperialismo seguirán encrudeciendo sus acciones contra el proceso bolivariano. Deseamos que el proceso bolivariano sea capaz de dar respuestas contundes y que no permita que, al final del camino, el imperialismo y sus lacayos nacionales logren su cometido. Está en el interés de todos los pueblos en América latina y el Caribe que han emprendido su camino hacia la soberanía nacional y la justicia social, y sin duda de los demás países del planeta que andan por la misma senda, que el proceso bolivariano ¡se solidifique política y se fortalezca militarmente (en todos los sentidos posibles)!
Los hechos nos dieron la razón. Hoy, al inicio del año 2020, la reacción golpista, fascista y lacaya del imperialismo se ve carcomida por corrupciones, luchas internas de poder y alianzas con paramilitares del narcotráfico. La prensa imperialista ha tenido que reconocer que se habían equivocado al suponer al presidente Maduro en una posición de absoluto debilitamiento político y social. De lo contrario, así lo reconoce esta misma
prensa en el presente, el presidente Nicolás Maduro, se ha fortalecido.

-¿Cómo se vence al imperialismo?
Si bien Siria y Venezuela son dos países muy distintos, tanto en su localización territorial como en su historia y cultura, y viven en el presente circunstancias muy diferentes, les une el que enfrentan de pie la encrudecida mano del imperialismo.

Sus luchas comparten aspectos importantes, que constituyen una lección para el resto de los pueblos del mundo que buscan su soberanía nacional. El futuro próximo verá cada vez más pueblos, en todas las latitudes terráqueas, alzarse en contra del imperialismo -entre ellos Chile-. Es por ello relevante aprender de las experiencias de Siria y Venezuela (entre otras):
La lucha de esas dos naciones se caracteriza por pueblos decididos a no perder su soberanía, por una correcta dirección política, encarnadas en presidentes patriotas y leales a sus pueblos como lo son los presidentes Dr. Bashar Al-Assad y Nicolás Maduro, que no abandonan sus puestos, y por la existencia de un Ejército valiente y patriota. Pero hay otro factor importante. Ambos países no luchan solos. Reciben el apoyo de otros Estados, agrupaciones políticas, etc.
En resumen, con un pueblo decidido, con una dirección correcta, con un ejército leal y el apoyo de otras naciones, es posible enfrentar al imperialismo.

-¿Hay más reveses sufridos por el imperialismo?
Pese a los intentos imperialistas de desestabilizar a la República Islámica del Irán desde dentro, y pese a las sanciones económicas, rupturas unilaterales de acuerdos suscritos, secuestros de barcos iranís en el Estrecho de Gibraltar, abiertas mentiras difundidas en los medios de comunicación, etc. las naciones organizadas en la OTAN no han logrado su objetivo: aislar a Irán y diseminar, en su propia población, un descontento tal que ella se alce en contra de su gobierno.
Dado que no lo han logrado, las naciones líderes de la OTAN han ido agudizado, paso a paso, sus acciones contra esta República. En un acto de increíble soberbia, Estados Unidos asesinó al General iraní y Comandante de la Fuerza Quds, Qassem Soleimani, un héroe en la lucha contra el terrorismo y un pilar fundamental en la avanzada hacia la victoria de Siria. De tal magnicidio hay solamente un mensaje que pueda leerse: declaración de guerra de Estados Unidos contra la República Islámica del Irán.
Pero, con lo peligrosa que es la situación que se vive hoy, tampoco esta vez habrá la, por la oligarquía financiera de Estados Unidos, tan deseada guerra contra Irán. La fortaleza mostrada por la población de ese país, que apoya profundamente a su Estado, ha sido la principal razón del porqué Estados Unidos decidiera -por ahora- no avanzar tan aceleradamente hacia una confrontación abierta. Pero también la reacción contundente y directa del mismo Estado de Irán ha hecho vacilar, por esta vez, a los Estados Unidos. Deseamos que Irán fortalezca, igualmente que Venezuela, todas las vetas posibles de su poderío militar, porque solamente ello le puede garantizar, y de ese modo al mundo, paz.

-¿Puede estarse tranquilo de que no habrá guerra?
Que esta vez no se desate una guerra abierta, no es razón de sentir tranquilidad. Aquello de lo que, como Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria), hemos ido advirtiendo desde hace ya más de una década, la tercera guerra mundial, que en esos años parecía aún una sombra a penas visible, está hoy tomando cuerpo, rostro y habla.

En esencia, toda guerra imperialista contra naciones de una u otra manera aliadas de Rusia y China, son igualmente (claro que no exclusivamente) guerras contra estas naciones. Lo que en esencia ha logrado frenar el avance beligerante del imperialismo es no solamente la fortaleza de naciones como la República Popular Democrática de Corea, Siria e Irán, sino además la fortaleza económica de China y aquella militar de Rusia, naciones que a la misma vez de conformar sus contrapartes más poderosas, son su objetivo bélico final.
El imperialismo se halla entonces obligado de acercarse a ambas naciones, paso a paso, en vez de lanzar un ataque inmediato contra ellas, lo que significa, en la práctica, el intento de aislar políticamente a Rusia y a China del resto de los países del planeta, en lo posible incluso lograr romper con las alianzas económicas y militares entre ambas naciones, y destruir o al menos debilitar a aquellos Estados que de una u otra manera le son aliados, comenzando por los más débiles para luego destinar los esfuerzos hacia los más poderosos.
Recordemos acá las palabras premonitoras del Sr. Wesley Kanne Clark, general retirado del Ejército de los Estados Unidos, comandante supremo de la OTAN durante la Guerra de Kosovo-Yugoslavia, donde dirigió el bombardeo de ella (la OTAN) sobre esa nación, dichas en marzo 2007 en una entrevista hecha para “Democray Now”:
“Cerca de 10 días tras el 11 de septiembre [de 2001] acudí al Pentágono y vi al Secretario Rumsfeld y al Segundo Secretario Wolfowitz. […] Uno de los generales se acercó. […]. Le pregunté: ¿aún vamos a ir a guerra con Irak? Y él me contestó: “es peor que eso”. Levantó un papel de su escritorio y dijo: “me acaban de entregar esto desde arriba de la oficina del Secretario de Defensa. Esto es un memorando que describe como vamos a aniquilar a 7 países en 5 años. Comenzando por Irak, luego Siria, el Líbano, Libia, Somalia, Sudán y acabando con Irán.”
(Un corto de la entrevista está disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=2VkwiY2nuUE)
Desde 2007, aunque (gracias a Siria) no en los 5 años señalados, de los países enumerados en la cita, los Estados Unidos han intervenido militarmente, no siempre en conjunto con la OTAN, en Siria, en Libia, en Somalia y en el Sudán. Es solamente una cuestión de tiempo que le llegue “el turno” a las 3 restantes naciones mencionadas por el Sr. Clark.
Tómese también en cuenta, que en diciembre del año recién pasado fue
abrumadoramente aprobado por el congreso de los Estados Unidos el «National Defense Authorization 2020». Demócratas y Republicanos votaron igualmente por él:

El connotado analista Francisco Javier Martínez dijo del “National Defense Authorization 2020” en RT que “es una goleada del Pentágono frente a la administración Trump para emprender acciones militares y guerras interminables a partir del 2020.”
(Fuente:RT Noticiero 19/12/2019 https://www.youtube.com/watch?v=VhPs7eM44js Minuto: 06:16 hasta 09:29).
Sus palabras son alarmantes. Y si a lo anterior se agrega que una de las principales razones, por las que el Reino Unido abandona a la Unión Europea, han sido las reglamentaciones de la unión que limitaban su afán de aumentar su presencia militar en el globo terráqueo, es de esperarse, que junto al probable inicio de una crisis económica mundial, el año 2020 se verá marcado por una aceleración de la escalada militar de Estados Unidos y sus aliados en todo el planeta.

-¿Qué implicaciones tendría una guerra contra la República Islámica
del Irán para el mundo?

Para entender la relevancia que tiene Irán en la política internacional, veamos primero el caso de Bolivia, porque es un ejemplo de un país aliado de Rusia y China con (muy lamentablemente) insuficiente capacidad para haber enfrentado al imperialismo: el proceso liderado por el honorable presidente Evo Morales, electo en 2006, incluía un error garrafal. En la confianza del proceso que él lideraba, digamos, ingenua, en la “democracia”, se cometió el error de no limpiar al ejército de elementos de índole fascista y anti-patriota, que incluso hasta el mismo día en que se sacó a golpe al presidente Morales, se jactaban de haber sido ellos los que -con gran orgullo claro – habían asesinado al comandante Ernesto Ché Guevara.
Sin embargo, tenemos la convicción que no están dadas las condiciones materiales para que en Bolivia se imponga una dictadura fascista. El pueblo, mayoritariamente (+60%) originario, sabrá darle fin al golpe de Estado… ¡Para la próxima el proceso deberá asegurar la lealtad del ejército y preparar milicias populares!
El golpe de Estado en Bolivia fue por las nacionalizaciones de los recursos naturales que Evo Morales llevó a cabo durante su gobierno, con los que afectó directamente los intereses de la oligarquía imperialista y la lacaya burguesía nacional, y por las monumentales cantidades de litio que la nación posee (se dice que Bolivia posee las mayores reservas de litio conocidas en el mundo). Ya se dijo más arriba, la bendición de grandes cantidades de fuentes de materias primas, significa a la misma vez la desgracia de las naciones, poseedoras de ellas, que buscan ser soberanas.

Poco antes del golpe suscribieron Bolivia y China un acuerdo comercial de
explotación del litio. Pero Estados Unidos y la Unión Europea tienen crecientes intereses en el litio, entre otras razones, porque sus economías, con cadenas productivas altamente dependientes del suministro de petróleo, buscan alternativas a él (el petróleo). Fue así que el imperialismo tomara la decisión de intervenir indirectamente en Bolivia, comprando a altos mandos del ejército boliviano. Dado que el gobierno de Evo Morales, no se dedicó a crear una capacidad militar en manos del pueblo, no hubo
necesidad -por parte de las naciones imperialistas- de una intervención militar directa. Esto no significa, de ningún modo, que esta forma de intervención sea, para la población que la recibe, más humana que la directa. Solamente representa costos menores para los países imperialistas. Las muertes del pueblo y el deterioro de su nivel de vida, es el mismo.

El derrocamiento del presidente progresista, demócrata y originario, significó que imperialismo, en un abrir y cerrar de ojos -en 14 años-, lograra imponer, por lo menos provisoriamente, sus objetivos en Bolivia y, por ese medio, fortalecerse en la región. El pueblo de Bolivia pierde todas sus conquistas. El imperialismo, a su vez, gana plenamente y puede seguir, su curso.
Otro es el caso de Irán.
Irán es un país con una gran solidez interna (pese al hecho de que el actual presidente Rohani haya impulsado una reestructuración “neoliberal” de la economía nacional), de manera que no puede ser fácilmente desestabilizado desde dentro, como fue en Bolivia, y dispone de una suficiente capacidad militar independiente para dar una respuesta sólida a una agresión militar de los Estados Unidos y sus aliados.
Desde 1979 (40 años) que Estados Unidos intenta, de forma infructuosa, derrocar a la República Islámica del Irán. La solidez de Irán tiene su base en la forma en que asume el poder político en los inicios del proceso: derrocando de raíz al antiguo régimen del Shah (lacayo de Estados Unidos) con las armas y el apoyo retundo del pueblo. Si en 40 años Estados Unidos no ha logrado acabar con la República Islámica del Irán desde dentro, su real y única opción, y lo sabe, es hacerlo desde afuera, por medio de una guerra. Estados Unidos no solamente entiende eso, sino que también conoce muy bien el riesgo que correría con ella:

En un efecto dominó, implicaría a Irak (del lado de Irán), a el Líbano (del lado de Irán), a Israel (del lado de Estados Unidos), a Arabia Saudí y las demás Monarquías del Golfo (del lado de Estados Unidos), a Siria (del lado de Irán), a Turquía (de qué lado, es aún difuso predecir, pero el presente apunta que lo hará del lado de Estados Unidos), a las demás naciones líderes de la OTAN, Reino Unido, Francia y Alemania (del lado de Estados Unidos) y con ellas las demás naciones miembros de ella y, claro esta, a Rusia y China (del lado de Irán), de modo que el escenario de la guerra dejaría de ser exclusivamente el Oriente medio y se catapultaría a Europa y Asia: Las tropas de la OTAN localizadas desde el mar Báltico hasta el mar Negro, comenzarían sus acciones bélicas contra Rusia, y las que hoy rodean a China por el Mar de la China Meridional y sus alrededores, a su vez, las suyas contra ella.
El Oriente medio, Asia, Europa en su totalidad, estarían sumergidos en la guerra.
Los continentes de África y de América latina y el Caribe serian igualmente succionados por el remolino de la guerra, ya solamente por el hecho de ser zonas ocupadas militarmente por la OTAN.
El mundo entero estaría ahogado en una guerra hecha solamente en el interés de los dueños del capital financiero, o sea, de las oligarquías financieras de las naciones imperialistas y de las oligarquías lacayas, aliadas de la OTAN.
De una guerra de Estados Unidos contra Irán, habrá nacido la tercera guerra mundial, indudablemente de carácter nuclear y con armas de destrucción masivas de capacidades devastadoras inimaginables. No debe perderse de vista: más del 90% de las armas nucleares las poseen Estados Unidos y Rusia (oficialmente más de 7.000 cada una de ambas naciones). Una guerra que involucre a Estados Unidos y Rusia en una confrontación directa, puede significar incluso el fin de la civilización humana.

Dado que Estados Unidos conoce muy bien la importancia de Irán en la política internacional, justamente debido a su poderío militar, es que se ha retractado una y otra vez de lanzar su guerra contra ella. Por eso, esa República exista hasta el presente, tal como nació: soberana y anti-imperialistas.
Nada más ciertas que las palabras del líder de la Revolución Islámica del Irán, el Ayatola Alí Jameinei: “También temen [se refiere a los enemigos del Irán] nuestros misiles, pero temen más el apoyo del pueblo al sistema.” (13.02.2020) De lo anterior sacamos una enseñanza: si una nación quiere mantenerse libre, soberana y anti-imperialista, debe contar con un poderío militar portentoso.

-¿Pero…, se dice que ya estamos en una guerra?
Nótese acá el absurdo de la creencia que el presente ya estaría hundido en una tercera guerra mundial -“del nuevo tipo” como la suelen llamar los sostenedores de este disparate-. Nada más incongruente y errado que esa idea. El presente lo que vive es el frágil preámbulo de una guerra a enorme escala internacional, los “gallitos” que el imperialismo hace contra las naciones soberanas y estas últimas mostrando resistencia y fortaleza ante el primero o sencillamente sucumbir. Una guerra mundial del futuro, que día a día se pinta más clara en el horizonte, verá volar, como una bandada de pájaros en el cielo, un armamento nuclear y de hidrógeno mucho más poderoso que aquellas bombas nucleares lanzadas en Japón por los Estados Unidos en 1945. Esta guerra tendría como consecuencia la muerte, no de cientos de miles, ni de miles de millones, sino de miles de millones de millones de seres humanos, hombres, mujeres, ancianos y niñas y niños. Ella catapultaría a grandes partes de la humanidad de regreso a la edad de piedra y destruirá bastas partes del nuestro ecosistema, en otras palabras, una tercera guerra mundial significaría un cataclismo total.
¡No debe ocurrir!
Por eso, los comunistas, nos declaramos amigos de los pueblos del planeta que
enfrentan de pie al imperialismo, pues somos amantes de la paz. Solamente el fortalecimiento de las naciones soberanas logrará dar freno a la guerra largamente planificada por el imperialismo:
El pueblo de Siria, con su sangre, logró frenar por 8 años el avance beligerante de la OTAN, para el bien de todos nosotros. ¡De no haber sido por él, por su heroica lucha, el cuadro recién descrito se hubiera adelantado 8 años! ¡Cada victoria de los pueblos contra los centros del imperialismo es una victoria de la parte de la humanidad que quiere paz!

-¿Rusia y China tendrían capacidad suficiente de responder ante una
guerra de agresión de la OTAN?

Mientras Rusia y China muestren una suficiente capacidad de responder al “ataque nuclear preventivo” (cómo la OTAN ha llamado su estrategia militar contra Rusia y China), las naciones centrales del imperialismo no lanzarán su guerra directa contra ellas y continuarán sus esfuerzos en debilitar a estas dos naciones desde dentro.

Por ejemplo hoy en el presente se busca balcanizar a China en cuatro regiones: Xingjang, Tibet, Taiwan y Hong Kong. Los movimientos en Hong Kong, aclamados por la prensa burguesa como luchas por la “democracia” y la “libertad”, son en verdad reaccionarios, directamente controlados desde los Estados Unidos. Los supuestamente oprimidos Uigures en Xingjang ni son oprimidos ni en la mayoría desean la independencia de China, pero el occidente se esmera incesantemente en fomentar a grupos cercanos al Daesh (Estados Islámico), instrumentalizando el hecho de que una mayoritaria parte de su población es musulmana suni.
El imperialismo se atreve descaradamente a intervenir en todas partes. Como vemos, tampoco se asusta de hacerlo en países que son potencias atómicas como China (China posee aproximadamente 270 ojivas nucleares), porque sabe muy bien que ninguna nación no imperialista tiene el más mínimo interés en una guerra. Con China y Rusia balcanizadas, la guerra contra ambas naciones sería más sencilla…, así al menos lo evalúa el imperialismo.
Pero, el poder militar de Rusia y China (y otros como el de Irán y la RPDC) frena el avance de la OTAN y mientras ella no vea una clara posibilidad de vencer plena y totalmente, se retractará de llevar a cabo su objetivo final: una guerra de exterminio total. Así es que China y Rusia, si bien militarmente lejos de las naciones de la OTAN (y ello considerando su poderío nuclear), hoy tienen la capacidad de responder militarmente a gran escala y con monumental potencia.

-¿El imperialismo tiene contradicciones?
Contradicciones internas del imperialismo:
El imperialismo se corroe a si mismo. De una parte, su capital financiero, el motor económico del imperialismo, que incesante grita por más y más mercado, y el gasto militar que le abre el espacio en él, son a la misma vez, las razones de su propia crisis. Sin capital financiero el imperialismo no sería. Sin poder militar tampoco. Lo uno va de la mano con lo otro. El primero es la base de las economías imperialistas, el segundo es su protección. Pero, cuanto más grande se hace el capital financiero, más mercado necesita para seguir alimentándose; tanto más poderío militar se hace necesario. La incapacidad de frenar el paulatino descenso de la tasa de ganancia con ayuda de los mercados internacionales, en el presente ya completamente liberalizados, la necesidad de acceder a fuentes de materias primas a cada vez mayor velocidad para alimentar las cada vez más complejas cadenas productivas y el creciente, incesante gasto militar que acompaña a este proceso, amenaza con ahogar al imperialismo desde dentro. Su salvación son las economías de China y Rusia, naciones con enormes cantidades de mano de obra y fuentes de materias primas. Someter a ambas naciones bajo su hegemonía, le daría al imperialismo 50, quizás 150 años, de respiro.
Pero así como avanza el imperialismo en su cruzada final, por salvarse del colapso total por unas cuántas décadas, avanzan las economías del resto del mundo.
China, con Xi Jinping, lanzó la iniciativa “One Belt one Road”, más conocida como “La Ruta de la Seda”. Esta iniciativa es quizás la única manera económica de evitar la guerra mundial, a la vez que es un indicativo de que el peso de la economía mundial esté cambiado de centro: del occidente al oriente, lo que significa una buena noticia, en el marco político internacional del presente, porque ninguna de las naciones de esa región es dueña de capital financiero y por lo tanto, no son imperialistas.
La Ruta de la Seda es, por eso, una iniciativa de gran importancia para el mundo no imperialista, por romper con la hegemonía de los países imperialistas sobre las vías de transporte y su afán de fomentar la industrialización de las naciones partícipes. Los acuerdos establecidos en torno a alianzas económicas con China, exigen inversiones en el sector productivo y no en el especulativo o bancario. Las naciones partícipes en esta iniciativa deben necesariamente fomentar su propia industria. Desde que África acerara su economía hacia China, han habido progresos en industrialización de proporciones notables y la corrupción de los Estados se ha visto reducida, dado el férreo control que China ejerce.
Saludamos, desde el PC(AP) la iniciativa de la Ruta de la Seda.

Contradicciones inter-imperialistas:
También entre las naciones imperialistas se atisban contradicciones. Reino Unido, absoluta lacaya de Estados Unidos, se salió en enero (31 de enero 2020) de la Unión Europea. Francia y Alemania quedarán como sus únicos líderes. Con la salida del Reino Unido habrá un agente muy poderoso, que se permitirá actuar en plen/a Europa, económica y políticamente en favor de los intereses estadounidenses, sin que el resto de los países pueda evaluar si tales o cuales decisiones políticas y económicas tomadas por el Reino Unido estén o no en consonancia con los intereses de las demás naciones integrantes de la Unión Europea (especialmente de Alemania y Francia). Dicho de otro modo, Estados Unidos gozará de un poderosos Caballo de Troya en la zona.
Dadas las contradicciones (aún poco manifiestas) entre los intereses de Francia y Alemania de una parte y los de Estados Unidos y Reino Unido de la otra, es que la Unión Europea, liderada por los primeros, busca levantar su propio proyecto militar, el Permanent Structured Cooperation (PESCO). La Unión Europea pugna por independizarse de la hegemonía estadounidense para lograr ejercer una política exterior menos, o lisa y llanamente no, coartada por los Estados Unidos, sino de acuerdo a los intereses de su propio portentoso capital financiero. Recapitulando, la Unión Europea es imperialista, pero, a la misma vez, es lacaya de Estados Unidos, o dicho de otro modo, Estados Unidos, desde la segunda guerra mundial, se ha ido elevando como nación imperialista por excelencia, que ejerce, inclusive sobre los otros países imperialistas, un fuerte dominio militar y consecuentemente político. De facto, la Unión Europea y Japón se encuentran hogaño militarmente ocupados por los Estados Unidos.
Es exactamente por lo anterior, que la PESCO en el presente esté aún supeditada a la OTAN, ¿pero hasta cuando? Hay señales (aún poco claras) que indican que la PESCO puede buscar erguirse, incluso ya en un futuro cercano, como un proyecto independiente de ella, aunque sea de esperarse que, siendo o no un proyecto absolutamente independiente de la OTAN, actuará en todos los puntos de interés común en unidad con ella. Entonces, independientemente de las contradicciones entre la Unión Europea y Estados Unidos y Reino Unido, en lo que sin duda trabajarán en unidad, y por lo cual la PESCO no representará ningún debilitamiento de los centros del imperialismo en el sentido militar, será en el accionar contra los pueblos soberanos de la tierra.

De suceder que los intereses no se sobrepongan, podrían haber roces (de qué tan enérgicos serían dependería principalmente del grado que la Unión Europea alcance en el desarrollo de un poderío militar independiente de los Estados Unidos).
Quizás el asunto más problemático del intento de la Unión Europea de buscar emanciparse militarmente, es que actualmente varios de sus países miembros tienen en sus territorios bases militares norteamericanas, como parte del pacto de la OTAN, que seguramente no se pretenderán cerrar. Ellas quedarían allí -abiertamente-, y no como hoy de forma solapada, como fuerzas de ocupación.
La PESCO, por ende, no significará más que un aumento del belicismo del imperialismo en su conjunto.
Este año, en que se celebran los 75 años de la victoria del ejército rojo sobre la Alemania fascista, burlándose así descaradamente de la memoria histórica, y sobre la base de un aceleramiento del gasto militar (marcadamente desde 2018) de los países integrantes de la OTAN, celebrará ella (la OTAN) en abril y mayo -en Europa- los mayores ejercicios militares de los últimos 25 años, ‘Defender Europe-20’, efectuados en un total
de 10 países del continente, que incluirán a la Fuerza Aérea y la Infantería de la Marina de Estados Unidos y costarán cerca de 340 millones de dólares. Según ha declarado EUCOM, Washington desplegará para dichos ejercicios 20.000 soldados en Europa. En Defender Europe-20 participarán un total de 37 mil efectivos (incluidos los 20 mil estadounidenses, o sea, 54%(!) de los soldados partícipes en estos ejercicios serán estadounidenses).
Huelga decir, que la esencia de Defender Europre-20 es su orientación anti Rusa. Sus ejercicios se concentrarán en simulacros de guerra contra ese país.
El imperialismo está moribundo, pero por ello más peligroso…